El futuro del trabajo y el trabajo del futuro ya no solo se trata de brindar mejores productos o servicios sino de ofrecer una experiencia, además de que aquello que llamamos “trabajo” ya no está solo acotado a un lugar físico sino a mucho más que eso.

La “gran renuncia”, quiet quitting, como otros síntomas que evidencian una necesidad interna de cada persona no es un dato irrelevante sino una gran oportunidad en las organizaciones para diseñar, implementar y porque no cuidar una cultura centrada en las personas (colaboradores como clientes) ya que parafraseando a Simon Sinek “si quieres entender de negocios debes comprender a las personas”.

El actual presente no solo tiene que estar enfocado en lo llamado retención de talento (aunque no me gusta llamarle así) sino en mucho más que eso, cómo por ejemplo una estrategia que cuide la salud emocional de las personas en la organización y como consecuencia impacte positivamente en la salud financiera de la misma… es un buen negocio ¿no crees?

El burnout lamentablemente es algo aún vigente en muchos equipos, áreas, entornos y organizaciones en algunos casos siendo evidente pero en la mayoría siendo muy sutil y silencioso, siendo en algunos casos provocado por:

– Falta de reconocimiento
– Falta de diálogo apreciativo
– Falta de comunicación y diálogo
– Reuniones excesivas e innecesarias
– Exceso de control o micromanagment
– Resistencia al cambio o nuevas miradas
– Exceso de gestión y falta de acompañamiento
– Incongruencia entre lo que decimos y hacemos
– Demanda de más resultados con menos recursos
– Exigencias externas que exceden los recursos internos

entre otros…

• La pregunta cómo organización es ¿hasta cuándo seguiremos así?
• La pregunta cómo individuos es ¿hasta cuando me permitiré seguir así?

Para revertir este síntoma es necesario comprender que será un proceso de cambio necesario para continuar aportando valor como persona, equipo, organización y empresa comenzando por:

– Reconocer a nuestros equipo
– Indagar sobre sus necesidades
– Brindarles recursos y herramientas
– Ser claros en el propósito y sentido
– Diseñar una estrategia de bienestar
– Celebrar los pequeños logros diarios
– Escuchar más y hablar cuando es necesario

Estas son solo algunas acciones para revertir el #burnout, recordando que para que algo cambie, alguien tiene que cambiar.

En síntesis personas felices organizaciones efectivas y organizaciones efectivas aportan un mayor valor no solo a sus clientes sino a sus colaboradores. La solución está a una decisión de distancia.

¿Estas de acuerdo?